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RIZOMA

$12.00
El teatro representándose fuera el desplazamiento continuo de los cuerpos rígidos, ociosos, deslizados por estas galerías, estos espejos de acerina, estas luces irisadas y estas tablas de juego abstrusas. El viudo juega a reinventar el pasado, a ponerte en su escenario apresando tu melancolía, tu ya estado de gracia hechizada y marmorea, efigie demasiado plena vaciado su corazón violeta. Se fuga el punto de fuga de la mirada que sólo halla jardines donde dos líneas paralelas se embudan mostrando pinos, agujas finísimas cimbreadas por el aire verde a ambos lados del sendero.

Estás mirando los espejos como espadas sobre los que avanzabas una vez más atravesándolos como el agua, sin herirte, en esa contemplación activa del mármol, del cristal negro. Para siempre fija, atenta, indiferente en cualquiera de los lados impresa por el delirio de la caza, de un amante que te inventa sobre el tablero bicolor, para jugar el ajedrez.
Año: 1998
libros nómadas