Qué hay en un nombre? Nada y todo. John Doe es el nombre de alguien que, al ser desposeído de su identidad convencional, lo gana todo en la esfera de lo inexplicable. Dos poetas que en momentos diferentes escriben por lados opuestos de la misma pared carcelaria. Eso es lo que el lector podrá figurarse al adentrarse en Salmo a la saliva de John Doe. Rosa Vanessa Otero logra, por medio de una magnifica arquitectura sensorial y metafórica, trazar la forma de esa dimensión donde habitan los misterios de la vida y que décadas antes Francisco Matos Paoli transitara en una cárcel fisica y mental. ¿Una dimensión surreal? Con mucha probabilidad. ¿Una dimensión trascendental? Sin duda. En su homenaje a una de las voces poéticas más importantes del siglo XX, Otero lee, borra y reescribe sobre la misma página- pared transitada por la mano del poeta. Las huellas, el trazo, el tatuaje y el garabato así como la llaga, la sombra y la mancha aglutinan una "escala de voces inconmensurables". De la misma forma que estos poemas evocan el dolor del poeta lareño, evocarán en los lectores la lucha entre luz y oscuridad que todos albergamos. La poeta ha pulido los horribles carbones que nos mantienen presos de nuestra propia miseria en una poesía que es un "diamante terminado".
Carmen Rivera Villegas