NO HAY RISAS EN EL CIELO URQUIZA, DANIEL
NO HAY RISAS EN EL CIELO URQUIZA, DANIEL
El segundo libro de Ariel Urquiza es una colección de cuentos protagonizada por narcotraficantes, sicarios, verdugos que pueden convertirse, como ocurre en El camino sin orillas, en víctimas conscientes. Es un universo masculino el de No hay risas en el cielo, en el que las mujeres cumplen papeles secundarios: víctimas de asesinato, madres humilladas, esposas similares a una sombra, como en La araña muere en su tela. Un emblema de esos personajes lo configura la imagen fotográfica que Vaqueiro, uno de los servidores del Señor, encuentra en una finca perdida en la selva. Debe de andar por los treinta, o un poco más. Un vestido floreado, la nariz respingada, el pelo claro recogido en un rodete. Daría la impresión de que no esperaba que le fueran a sacar una foto, describe el narrador. Desde el más allá del cliché fotográfico, esa mujer muerta opera en simultáneo en la trama del relato y en la conciencia del personaje.
En el primer cuento, Jonathan lleva cocaína a una fiesta en el barrio mexicano de colonia Condesa, donde, le comenta la dueña de casa, durmió León Trotsky. Él no sabe de quién habla. Su madre, una mula al servicio de los jefes narcos, acaba de morir. Estaba solo en el mundo y el mundo era un sueño que ardía, reflexiona el chico. De esa pesadilla se ocupan los cuentos del libro de Urquiza, ganador del premio Casa de las Américas 2016.